domingo, 29 de diciembre de 2024

# 82 - Los mejores discos nacionales de 2024

¡Hola! 

Ya estamos de nuevo por aquí con lo que mi perro ha disfrutado más este año. Como siempre, un variadito de estilos dentro de gustos que no dejan de ser una micropartícula dentro del universo musical... así que escuchad, disfrutad, y si encontráis algo mejor, sumadlo, veréis qué rico. 

Bala por Leo López
Bala por Leo López

Bala. Besta (Pías, 2024)Nuestro dúo gallego de referencia vuelve tras su paso por Century Media, y lo hace con todopoderosa fuerza, madurez, y mucha mala hostia. Besta acaba por ser un diario de a bordo por el que se asoman inseguridades, frustraciones, una nueva maternidad, y mucho cabreo contra lo cotidiano. Una encarnizada Equivocarme nos da la bienvenida a un álbum que echa mano de material explosivo conocido (fantásticas Inmutable o esa chulesca Verde) pero que destaca por sumar tonalidades a su sonido, como la que sus compatriotas Tanxungueiras inyectan (y de lujo, por cierto) al cubrir de folclore gallego los gritos de Violeta por su perro en Ouveo, o por incrustar un diamante como Ana Curra (Parálisis Permanente o Pegamoides) en las voces de Equivocarme y 3 veces. Por supuesto, la ristra de riffacos con ovarios a granel es generosa y te atizan sin piedad en No eres, Fuera, o esa despedida sin dejar de echar leña a la garganta con Todo mal. DIS CA CO (otra vez). 

Alcalá Norte. Alcalá Norte (Balaunka, 2024). Puede que la presencia en listas de lo mejor del año de grupos como Alcalá Norte, siguiendo la estela de La URSS o Biznaga, que reproducen tan inquietamente fiel la ética ochentera de bajos acentuados, afinaciones chillonas y miradas descaradas a The Smiths o Parálisis Permanente, responda a una nostalgia por aquello que hacía retumbar las habitaciones de nuestros hermanos mayores, o tenga que ver con el hecho de que nuestra actualidad político y social nos puentee con aquel tiempo al que acompañaban líneas melódicas tan conocidas. Sea como sea, y sin necesidad alguna de desvelar el truco que nos arrastra a disfrutar de la música de estos madrileños del barrio de Ciudad Lineal, nos damos de bruces con chispazos de gracia como Los Chavales, Superman, 420N, La Calle Elfo…con una voz, un gancho instrumental y una lírica, que hacen complicado no incluir este debut en las grandes ligas como uno de los pepinazos de 2024. 


Serpiente Orión. Serpiente Orión (Serpiente Orión, 2024). El ruido andaluz vuelve a nuestra lista con un disco al que se le ha dado muy poca cancha, pero que un año más sirve para que renovemos nuestras habitual mirada hacia el sur. Ritmos machacones, taconeo malagueño stoner, y canciones esculpidas con letras de filo cortante. Esta es la carta de presentación de una banda que llega desde afluentes tan variopintos como Santo Rostro o The Oddballs, y que en esta nueva reencarnación ponen en el escaparate temitas tan sobresalientes como Hasta Aquí, Relaxo o Sopa (¿Con recuerdo a YYZ de Rush, quizá?), que merece mucho más de lo que alguien podría acuñar como un más que soberano comienzo.(Bandcamp).


Battosai. Lágrimas y milagros (Spinda Records, 2024). Con la brújula mirando descaradamente a ese rock estadounidense de los años noventa, los gallegos aterrizan en el siempre complicado segundo disco tras aquel fantástico debut homónimo de 2021, y tras cambios en la formación que parecen haberles llevado a tomarse este álbum como toda una catarsis emocional. El chorreo de buenas razones por la que disfrutar con este trabajo es constante desde el minuto uno, con una primera mitad especialmente brillante en la que destacan los guiños Nirvaneros de Fe, el rock más angelino en Milagro, o ese pepinazo que eligieron como single con el nombre de Estrellas. A la grabación, Santi García de los estudios Ultramarinos Costa Brava, criatura que va a colar cuatro discos en el pódium de nuestro perro junto a Bala, Tiburona y Biznaga. Da gusto la juventud.  (Bandcamp).



Maragda. Tyrants (Spinda Records, 2024). Turno de viaje espacial a golpe de pirueta caleidoscópica que este grupo catalán vuelve a colar entre lo mejor del año. Igual que ya disfrutáramos de su puesta de largo hace unos años, seguimos bordeando abismos espaciales, muy en la línea sonora de los franceses Slift, pero subiendo la apuesta con el nombre propio en la grabación de Richard Behrens, habitual de gente como Elder, que ha terminado de dar forma a un disco del que se podrá decir que todavía tiene margen de mejora, pero que también sirve para ir dejando miguitas de pan en el camino con las que seguir su estela como Godspeed, Sunset Room o Loose. (Bandcamp).

Biznaga. Ahora (BMG, 2024)Los "malagomadrileños" bajan una marcha escupiendo rabia, pero su contenido sigue igual de incendiario. Continúan hilando fino con temas como El futuro sobre plano, Imaginación política, El entusiasmo o La gran renuncia, a los que esta vez añaden golpes de efecto como la caída de revoluciones en Espejo del caos o Agenda 2030, o canciones tan "de barrio" como esa Afinidades eléctricas, que nos hacen seguir creyendo en su discurso. Ese discurso en el que las construcciones siguen impecables, tirando de mimbres ochenteros de lo más lustrosos, que arde al son de las letras siempre certeras del bajista Jorge Navarro, y colaboraciones estelares como la de Ánxela Baltar de Bala en Réquiem por un rider. Genocidios en tiempo real, precariedad laboral, adicción farmacéutica, capitalismo inmobiliario...fotografías de la España de 2024. 


Ezpalak. Gazta (Patana Records, 2024)Su tercer trabajo viene a confirmar que no solo el grupo formado por Juanjo Berasain (voz), Eñaut Gaztañaga (guitarra), Unai Eizagirre (bajo) y Janardana Iglesias (batería), afianza su paso como una de las apuestas más fuertes y personales de la escena; si no que más al detalle, su potencial no se queda en chapotear por las aguas revisadas del post punk. Con las incendiarias Berandu y Nola Ahaztunas, las bases electrónicas empujan un inicio de disco que acoge guiños a eso que podríamos encajar en el sonido Idles, con Apurrak Jaten o su single lalalalala, pero también fondos asfixiantes como los del final Bidegurutzean, o el recuerdo de unos oscuros Smashing Pumpkins de Ezin Ase. Para su disfrute total, es de agradecer su propuesta de disco cortito que ayuda a que detonaciones como Lo Nago, Erori o Dena Okey, tengan una presencia más perfilada, dejándonos una sensación de orfandad acústica y una necesidad desquiciantes de volver a darle al play. Bravo.


Svdestada
Candela (Svdestada, 2024). Para un habitante de la cuenca del Ebro, dar con una canción titulada Cierzo que reza "Aquí manda el Cierzo (…) No tienes ni puta idea de lo que esto" poco menos que invita a enarbolar semejante creación al estatus de himno. Fuera bromas, los madrileños nos ponen delante una interesantísima combinación de estilos que situaríamos entre los términos del black metalcrustpost metal...pero que precisamente en esa confusión de coordenadas encuentra una de sus mayores virtudes. Independientemente de etiquetas, la banda se arma en este tercer disco con letras bañadas de angustia, llevadas en volandas por riffs abrasivos, y una nutritiva carga instrumental con la que consiguen redondeces como la propia Cierzo, Efímero o una bien armada Candela que aún superando los once minutos, no supone ningún esfuerzo extra por parte del oyente. Muy buenos. (Bandcamp).


Gilipojazz. Progresa adecuadamente (Metales Preciosos Música y Discos, 2024). Estos locos del ensayo comenzaron su andadura en 2021 con el tema Iker me debe un café, que por dios sabe qué combinaciones de algoritmo, acabaría por salirse de pista almacenando un importante número de visitas en Youtube. Desde ese día, su destreza y despiporre a la hora de mezclar sin dosificador jazz, metal, funk, junto a una habilidad escénica encomiable, ha hecho que los que les sigamos seamos tropa. Ahora IkerÁngel y Pablo nos traen esta segunda entrega con la que siguen desplegando esa misma melodrogaina tan adictiva que nos provoca cosquilleos en los órganos auditivos. Gloria. 


Una paradita antes de nuestras últimas seleccionadas con los polizones de la lista. Moonloop, banda catalana que como en el caso de Svdestada, despistan el sonar de estilos con su tercer trabajo Fate in motion (Moonloop, 2024), navegando esta vez por aguas de death progresivo, pero sin desatender matices del rock alternativo; el discazo de Soziedad Alkohólika, con un sonido que mira de tú a tú a formaciones importantes del norte de Europa con zurriagazos como Colapso final en su Confrontación (Maldito Records, 2024);  The Limboos, con Off the Loop (The Limboos, 2024), en el que se alejan del sonido Boogaloo y Rhtym&blusiano que tanto nos gustaba, para refugiarse en sótanos psicodélicos de cadencia claramente peliculera; la persistente reivindicación de Alba Blanco en la piel de la Perra Blanco con su Get it out (Folc Records, 2024) como una de las mejores guitarristas y fuerzas vivas del género negroide de esta parte del Atlántico (si todavía no la han visto en directo, ¡háganlo!); otro hacha, el saxofonista Dani Ne-lo, sigue engordando su catálogo esta vez en formato trío, acompañado por Gerard Nieto al Hammond, Ramón Ángel Rey a la batería y Martín Burguez a la guitarra, en este Bric​-​À​-​Brac (Buen Ritmo, 2024), donde composiciones de todo pelaje (swing, jazz, rock...) se filtran por el tamiz de este atractiva combinación instrumental; Varonas, grupo madrileño que cae "víctima del ritmo" bajo el amparo de la gente de Folc Records, con un sabroso surtido de ritmos pegadizos, melodías cristalinas sobre capas de voces femeninas, y base power pop y punk rock ligerito; o siguiendo con Folc Records, hablemos de sus capos, Los Chicos, que con los hermanos Gerardo y Antonio Urchaga al frente, rematan este último peldaño hacia la gloria llamado Never is too much con el que siguen aferrados a la aguja que marca la dirección del rock n roll de pura cepa, y de paso arrojarnos otro sobresaliente disco de ruido asilvestrado y jodidamente divertido.

Y para terminar el repaso, nuestras queridísimas Tiburona que vuelven a abrir la verja de su cuchillería pop, ampliada y renovada, con una fantástica remesa de tonadillas cortantes, a cual más sugerente, en su nuevo Nos extinguimos (Montgri, 2024). Sonido brutal (de nuevo con Ultramarinos Costa Brava en la masterización), con el bajo de Rita en primera línea, y sacando brillo a esa acertadísima arma secreta de juego a tres voces con el que Laura, Rita y Súpercarmen revisten canciones tan bien hilvanadas como Pensando en ti, Gobierno cero, Almuerzo desnudo, o envuelven caramelos envenenados como el que esconde Relación abierta. Gran trabajo en el que se les nota un paso adelante en sonido, formas y resultado, y que incluye tintes nuevos como los que saboreamos en dos de las joyas de este nuevo muestrario: Errante y Que mueras bien. Difícil tener más clase. (Bandcamp).

Lista de las mejores canciones del año 2024 en spotify y mejores discos nacionales aquí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario