Que este año pase a ser uno de los años más odiados de los últimos tiempos, no implica que no tenga sus alegrías. Y para dar con ellas, basta con darse una vueltecilla por las dimensiones sonoras en las que crecen, y llenarse las orejas con frutos tan apetecibles como los que nos ofrecen gente como Mastodon, Twin Temple, Jello Biafra o Rosy Finch. Droga güena.
Twin Temple por Harry Eelman |
Twin Temple. El tema satánico siempre ha tenido un fuerte atractivo en la música que nos rodea. Desde Robert Johnson vendiendo su alma en un cruce de caminos, hasta el black metal noruego empapado de sangre a la luz de las llamas, nuestra atención hacia lo oscuro siempre ha estado más desarrollada que la que prestamos al "buenismo". Pues bien, el dúo californiano Twin Temple se aprovechan de nuestra sed de mal para mostrarnos y cautivarnos con su debut Bring You Their Signature Sound ... Satanic Doo-Wop (Rise Above Records, 2019) en el que, como su propio título nos indica, se lanzan nada más y nada menos que con el Satanic Doo Wop. Su idea ha sido "arrejuntar" la estética satanista y el rock n roll clásico de los años 50 y 60, llevando el idilio hasta las inmediaciones donde se afincó la malograda Amy Winehouse, y dando con la banda sonora adecuada para poder disfrutar de una atmósfera humeante, una copita de whisky y una buena adoración demoníaca. Siguiendo estos patrones, encontramos guiños a las Ronettes o Shangri Las, Ottis Redding o Buddy Holly, pero también orillas más próximas como la ya nombrada Amy Winehouse o Nick Waterhouse (de la casa del vino y del agua, respectivamente). De momento han teloneado a nuestros queridos Uncle Acid & Deadbeats o Graveyard, y se han colado en el cartel del prestigioso festival metalero Hell Fest 2021. El Mal llama a el Mal.
Jello Biafra & D.O.A. Full Metal Jackoff. Del disco Last Scream of the Missing Neighbors (Alternative Tentacles, 1989), rescatamos esta maravilla del cantante de los Dead Kennedys junto a la la mítica banda canadiense D.O.A., que devuelve el esplendor de la época dorada de los Kennedys. Una canción totémica en la que Biafra se despacha en contra de las administraciones de Bush y Reagan, bramando contra la ingeniería de la droga utilizada para esquilmar a los más desfavorecidos o contra la creación del terror para controlar a la sociedad. Todo ello sobre trece épicos minutos que giran en torno a un riff tan machacón como efectivo, nacido de las entrañas del mismísimo thrash ochentero, y donde la voz de uno de los pilares del punk estadounidense se eleva como el gran orador de toda una generación. El tema ha sido interpretado por Biafra en distintas ocasiones, con y sin la banda D.O.A., siendo especialmente reseñable la vez en la que contó con Krist Novoselic de Nirvana, al bajo, Kim Thayil de Soundgarden, a las guitarras, y Gina Maxwell de Sweet 75, a la batería, (y que se hicieron llamar el No WTO Combo) con motivo de las manifestaciones contra la cumbre de la OMC en Seattle en 1999, y para las que se actualizó la letra convenientemente. Seguro que Trump consigue también su versión.
Rosy Finch. Una de las bandas que más nos gustaron por 2015 con aquel debut que se llamó Witchboro (Discos Macarras, 2015), vuelve a escena con trabajazo bajo el brazo. Su nueva criatura, Scarlett (Lay Bare Recordings, 2020), es un disco conceptual que orbita en torno al rojo como foco de sentimientos tan dispares como la lujuria, el amor o la violencia, y en el que la banda formada actualmente por Mireia Porto en voces y guitarras, Oscar Soler al bajo y Juanjo Ufarte en la batería (aunque en la grabación participaron Elena García al bajo y Lluis Más en la batería) vuelve a guiarnos en una incursión por los surcos cavernarios del stoner y sludge más visceral. Como ya ocurriese en su anterior lanzamiento, su combinación de voces susurrantes, desgarradores alaridos y líneas de guitarras opresivas, nos acercan al grunge más fangoso hasta dar con la entrada a un universo tan perturbador como atractivo, donde es fácil encontrar los ecos de bandas como Melvins o Kylesa, y cuya presencia se deja sentir a lo largo de nueve fantásticos cortes entre los que destacan la impresionante Amaranto o Alizarina.
Mastodon. Medium Rarities (Reprise, 2020). Los de Atlanta anuncian recopilatorio para celebrar su veinte aniversario de existencia, y lo hacen agrupando un variado surtido de rarezas que van desde piezas en directo, versiones instrumentales, y de otras bandas, o algún que otro tema inédito. Es el caso de este corte, Fallen Torches, que quedó fuera de su último Emperor of sand (Reprise Records, 2017), y en el que venían acompañados a las voces por quien casi puede considerarse como quinto miembro de la banda: Scott Kelly, de Neurosis. El tema no pasará a la historia por una de sus mejores creaciones, pero encuentra su lugar en este tipo de lanzamientos, al menos para suavizar los síntomas producidos por la falta de material de esta gente desde 2017. Del resto...destacar las versiones de Feist en A Conmmotion, y de The Flaming Lips con A Spoonful Weights A Ton, o los temas instrumentales para flipar con las virguerías que hacen sin que la voz te despiste, aunque lo cierto es que el conjunto no consigue quitarte la sensación de que el disco se ha reunido en una tarde tonta. Pero oye, unos tembleques menos. Lo llevo bien. Yo controlo.
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