# 66. Los 20 de 2020. Nacionales

A lo largo de este extraño 2020, mientras éramos sobrepasados por una pandemia que ha sacado a relucir las miserias que se escondían justo en el ángulo muerto de nuestro sistema de consumo y ocio, mi perro se ha dedicado a escarbar como un loco hasta dar con lugares dónde acurrucarse al cobijo de buenos discos. 

Discos que casi milagrosamente han ido goteando por estos densos 365 días, gracias a unos artistas que no han cesado de producir música pese a las circunstancias. Para apoyar su causa (que también es la nuestra) y porque el año lo merece, hemos seleccionado los 20 discos de este 2020 que más han gustado a mi perro como siempre repartidos en las categorías de nacionales e internacionales, para que respiréis música al menos por unos minutitos. Lo agradeceréis. Cuidaros mucho.  

Moura por Leo López

Moura. Moura (Spinda Records, 2020). A través de las Mouras (seres de la mitología gallega con la forma de hermosas mujeres que prometen grandes riquezas a aquel que rompa su hechizo), la banda en la que se han dado cita miembros de grupos como Lüger, Guerrera, Fogbound o Saharah “nos convocan a formar parte de un aquelarre, a disolvernos en su niebla de psicodelia progresiva con raíces folk y mitología galaica con la lengua gallega como voz ritual comunal que persigue el trance colectivo”. Un viaje sin motor por el que surcar esa niebla, de la que hablan en su bandcamp, y en la que tropezamos con sonidos de King Crimson, Pink Floyd o Black Sabbath junto con otros acuñados por la cultura popular gallega, todo bajo la atenta mirada de la magia, los conxuros y los paisajes de esa maravillosa tierra, que devuelve a la música a sus raíces espirituales. Bandcamp.

Rosy Finch. Scarlett (Lay Bare Recordings, 2020). Uno de los grupos que más nos gustaron allá por 2015 con aquel fantástico Witchboro (Discos Macarras, 2015), nos trae un disco conceptual que toma de protagonista al color rojo como vehículo de sentimientos tan viscerales como la lujuria, el amor o la violencia. Mireia Porto en voces y guitarras, Oscar Soler al bajo y Juanjo Ufarte en la batería (aunque en la grabación participaron Elena García al bajo y Lluis Más en la batería) vuelven a perdernos por un laberinto de ambientes cavernarios en el que el stoner y el sludge se encuentran con el grunge más fangoso, en medio de voces susurrantes, desgarradores alaridos y líneas de guitarras opresivas. Todo un caramelito en el que encontraremos mucho de Melvins e incluso Kylesa, pero también de satinado noventero que hace que la mezcla sea tan perturbadora como atractiva a lo largo de nueve fantásticos cortes entre los que destacan tortazos como Amaranto o Alizarina. Bandcamp.

Pelomono. Gibraltar (Everlasting Records, 2020). El dúo formado por la batería de Antonio Pelomono y la guitarra de Pedro de Dios (Guadalupe Plata), reúne en este segundo disco una nueva colección de pildoracos de magia negra sónica donde, como ellos mismos definen, "lo onírico, lo demoníaco y lo exótico galopan juntos". La pareja deambula por toda clase de estilos, desde el surf instrumental, el blues y hasta los sonidos latinos, desnudándolos y pasándolos por su tamiz ecléctico y oscuro, hasta convertirlos en un contoneo hipnótico que parece invitar a alguna clase de eucaristía vudú. Ecos de ultratumba que nos devuelven persecuciones vertiginosas, fantasmagóricos trances, adaptaciones al sonido pelomónico como la de Gnossienne de Erik Satie o la ruidista Jack The Ripper de Link Wray, el garage sabrosón de Mono rabioso, el guiño a la música italiana de E come Roma con la participación de Tito Ramírez, el nostálgico atardecer de Oh Bob, o el fantástico guiño flamenco de Malagueña. Hay para todos. Bandcamp.

Pelomono por Paloma Almagro

Deadyard. Armageddon it! (HFMN, 2020). 30 minutitos. Los barceloneses no necesitan mucho más para meterle un repaso al punk, glam, rock escandinavo y R'n'R que se ha paseado por nuestras jetas los últimos cuarenta años. Un poquito de Sex Pistols, una cucharadita de Gluecifer, un puñadito de sonido angelino de los Guns 'n Roses más mugrientos, su puntito psicotrópico a lo Monster Magnet... y a remover. Hasta hay algo de Soundgarden en la guitarras de 4 seconds, o Velvet Revolver friccionándose con Queens Of Stone Age en la fantástica Machinery for sharks. Pero no penséis en copias ni tributos, porque antes de que le dieras al play todo esto ya estaba inventado. Lo que hay que saber es cómo detonarlo. Y aquí los colegas saben lo que se hacen, empaquetándote todo lo anterior en formato bofetón, y consiguiendo que antes de que os deis cuenta, las maripositas del rock n roll estén sobrevolando a vuestro alrededor. Brutales. Bandcamp.

Rambalaya. Rambalaya (Buenritmo Records, 2020). Anton Jarl se ha hecho todo un nombretón en la escena R&B nacional como parte de bandas tan apetitosas como Mambo Jambo o Koko Jean & The Tonics. Pero con Rambalaya el batería sueco nos presenta su emancipación discográfica, y lo hace arropado por algunos de los mejores músicos de la escena estatal procedentes de bandas como A Contra Blues, los citados Koko-Jean & The Tonics o Los Saxofonistas Salvajes, como son Jonathan Herrero a la voz, Héctor Martín a la guitarra, Matías Míguez al bajo, Fernando Tejero al piano y el hammond, Pol Prats al saxo tenor y barítono, y David Pastor a la trompeta. La producción viene a cargo del amigo Dani Ne.lo, por si surgiese alguna extraña duda de la calidad del producto que tenemos entre las manos, y que no es otra cosa que un compendio de jitazos empapados de Rock and roll, blues, el rhythm & blues y soul de corte fino y sabor intenso, como lo demuestran temacos de la talla de Come and lay down o Bootleger Man. Nenes…¡QUÉ MÁS QUERÉIS! Bandcamp.

Rambalaya por Xabi Olmos

Biznaga. Gran Pantalla (Slovenly Recordings, 2020). Publicado el 6 de marzo de 2020, ocho días antes de que en España se levantase una "gran pantalla" que separase el antes y el después de aquella fecha, los madrileños no podían imaginarse que su disco acerca de uno de los grandes males que acechan nuestra normalidad, la tecnología, iba a verse las caras con semejante panorama. El espíritu combatiente del cuarteto sigue transpirando a través de cada uno de los temas que escupen una distopia palpable (que ahora mismo nos llega al cuello) con temas de los que se desprenden textos directos a la yugular como "Maquillar la terrible agonía con filtros", "No importa la verdad, solo su impresión" o "¡Dios! La pantalla es dios, y yo su apóstol. Es transparente, omnipresente, y yo…Soy solo información". Aunque el apartado musical siga a velocidad frenética, el pesimismo que engulle la temática del álbum hace que haya un velo oscuro en todas las canciones, pero Biznaga siguen en las mismas coordenadas que los dejamos en su fantástico Sentido del espectáculo (Slovenly Recordings, 2017), y mientras nosotros sigamos en esta línea, ellos no se moverán demasiado. Bandcamp.

Biznaga por Iñigo de Amescua

Magik Brother & Mystic Sister. Magik Brother & Mystic Sister (The John Colby Sect & Sound Effect Records 2020). Con la hoja de ruta bien perfilada (el nombre de Magick Borther & Mystic Sister procede de las dos primeras canciones del disco debut de la banda de rock progresivo Gong, Magick Brother (BYG Actuel, 1970)), los lazos con la escena progresiva de Canterbury eran esperables... ¡pero no de forma tan perfecta! Y es que su reflejo es tan cristalino, que las referencias  de los mismos Gong, Caravan o Pink Floyd, aunque evidentes, se diluyen entre las fantásticas melodías que lleva en volandas el combo, sobre todo desde el lado femenino del mismo, con unas monumentales Maya Fernández en la flauta y Eva Muntada en los teclados y sintetizadores, perfectamente secundadas por Xavi Sandoval en bajo y guitarra, y Marc Tena en la batería. Pero este debut, aparte de ser un nuevo ejercicio de invocación setentera desde el lado más prog, trae consigo un mensaje de psicodelia refinada que llega desde más focos como lo son los guiños a las banda sonoras de aquellos setenta, con ese punto psycho soul, que aportan a este viaje místico una cinética visual de lo más atractiva. Bandcamp.

Frutería Toñi. El Porvenir Está En Las Huevas (Autoeditado, 2020). Es cierto. Me acerqué a Frutería Toñi por lo extraño de su nombre. Y la verdad es que no sé si mi primera opción hubiera sido que su música iba a ser puro purito rock sinfónico setentero. De hecho, si gustáis, vais a gozar con una de las propuestas jazz prog, más interesantes de lo que hayais escuchado en mucho tiempo. Armados de violines, vientos y sin una sola guitarra entre sus filas, su apuesta es la de animarnos a degustar toda la serie de finas capas de matices que envuelven este excelente trabajo llena de talento, musicalidad con mayúsculas y sentido del humor. La formación malagueña, participa en la romería de gran rock progresivo ibérico que el 2020 nos ha traído, donde la voz de Salva Marina (piano, teclados y voz), con un timbre muy original para el progresivo mucho más cercano al rock urbano, mantiene un continuo diálogo con Jesús Sánchez (saxos y clarinete), Curro García (bajo y coros), Adrián Jiménez (batería) y Víctor Rodríguez (violín). Un fantástico álbum para el que echaron mano de la auto edición y la financiación popular (el crowfunding de toda la vida), que cuenta además con un fabuloso diseño de portada de Luis Périz, que todavía hace más exquisito el manjar. Bandcamp.

Liher. Hemen herensugeak daude (Autoeditado, 2020). Suena extraño, pero ahora mismo un álbum de catorce canciones y una hora de duración (más allá de los márgenes del rock progresivo) suena a locura. Una apuesta de todo a uno con la que los donostiarras Liher, tiran de la madeja hasta hilvanar un "extenso" cancionero entorno a una pregunta "¿Qué harías si te violasen?". A parte del evidente mensaje contra la violencia, el grupo abraza todos los géneros que les caben en sus brazos, mezclando sin pudor alguno el stoner con estilos hermanos como el punk, y con otros no tan cercanos como el soul o incluso algún que otro ritmo más bailable. Con esta descripción puede que a alguno le sorprenda que el resultado esté lo suficientemente musculado como para no desagradar a los más puristas del stoner, y que además presente suficientes puentes a otras sonoridades como para no solo enriquecer el acabado, si no que el álbum se pase como un suspiro. La estructura parece seguir los cánones marcados por la cara A y B de antaño, con Marte en el papel de linde de ambas, y donde sobresalen piezas como Ezti eta etsizko egunak o Ihesaren dantza arrotza. Bandcamp.

Liher por Galder Izaguirre

Hermano fuego. Soul & Destroy (Family Spree, 2020). Aroma negroide en la lengua de Cervantes con la rabia del punk y R&B a todo trapo. Algo así como dejar a Zen Guerrilla o los Dictators en un intercambio de verano con Guadalupe Plata. El cuarteto alicantino lanza una llamada al soul más guitarrero de Detroit, a través de nueve fantásticos cañonazos que evocan a primaveras "garajeras", reyertas en callejones y oscuridades sotaniles. Publicado por el sello Family Spree (con portada guapa guapísima del estudio Cosmic Tentacles), y registrado al vuelo de una inspirada y sudorosa sesión de directo, la banda formada por JC, Javi, Dr.Jau y Claudio Corazón, nos hacen volver a sentir el pálpito de la música en vivo con bombazos como Entre Bastidores, Sólo me faltas tú, Rata vieja o Qué va a ser de mí. Una muestra más de la interesante escena que se cuece en las cavernas que florecen en las profundidades de nuestros barrios. Discaco. Bandcamp.

Hermano Fuego por Matías Alhambra

Los polizones:

Rüdiger. Before it's vanished (Usopop, 2020). Casi sobre la campana, nos llega el lanzamiento del debut del que es batería de los Willis Drumond, Felix Buff (colaborador además de gente como Joseba Irazoki, Atom Rhumba o Rafael Berrio), quien para este menester ha pasado a utilizar como firma artística su segundo nombre, Rüdiger. Before it's vanished (Usopop, 2020) se sale de las carreteras por las que generalmente transitan los Willis, para tomar caminos más personales que el músico francés afincado en Bera, alimenta con muchas de sus influencias hasta hacerlos brillar con destellos de Beatles, Wilco o Elliot Smith, todo ello barnizado por una delgada y cuidada capa de psicodelia. Joyita. Bandcamp. 

Entre el resto de descubrimientos más que recomendables de esta añada inolvidable (si seguimos sumando llegamos a los veinte y nos van a dar un toque), nos damos de bruces con el puntazo psicodélico de cuchilladas a lo Jesus and Mary Chain o Yo La Tengo, de los pamploneses Juarez, con Entre Palmeras (El Nebula, 2020); el nuevo disco de los también navarros Leytz, Tecnosapiens (Autoeditado, 2020) quienes han vestido su segundo largo del sonido que se guarda para las grandes ocasiones, con nueve temas de corte rockalternativesco en los que han sabido golpear de forma más concisa al tiempo que consolidan su madurez compositiva; el homónimo de Triángulo de Amor Bizarro, Triángulo de Amor Bizarro (Mushroom Pillow, 2020) quienes con un disco con más caricias y menos navajazos (aunque sin olvidarse de ellos) vuelven a alzarse como la voz canalla de los The Cure o My Bloody Valentine patrios; la colección de riffacos a cargo de los vascos Cobra en Fyre (Autoeditado, 2020) (que nos recuerda ese deseo de que abandonen el inglés, porque cada vez les suenan mejor los temas en euskera); la radicalidad de Obsidiam Kingdom en Meat Machine (Season of Mist, 2020) lanzados de lleno a la experimentalidad sonora, firmando una de las obras más sorprendentes y estridentes de su discografía; o el pro-yec-ta-co del bajista uruguayo de Opeth, Martín Méndez, quien se ha hecho con los servicios de varios músicos catalanes, Eloi Boucherie de Vidres A La Sang al micro y Jordi Farré para la batería (aparte de las colaboraciones de Frederik Ankesson, de Opeth, y Per Eriksson, de Katatonia, para los solos de guitarra), para presentarnos Kuarahy (Nuclear Blast, 2020) con una colección de canciones de su repertorio más personal, que sin pretenderlo rescata los inicios death metaleros de la banda de Mikael Åkerfeldt.

¡Vamos a por el 2021!

Aquí van las listas de Spotify con los mejores discos nacionales, y las canciones de la semana de 2020.