Formados en 1990, estos estadounidenses pueden presumir no sólo de resistir el paso del tiempo con la misma formación que los vio nacer, sino también de mantener a lo largo de sus ya diez álbumes de estudio la misma filosofía musical.
En este último trabajo, Neil Fallon (voz), Jean Paul Gaster (batería), Tim Sult (guitarra) y Dan Maines (bajo), lejos de pretender salirse del camino seguido durante toda su carrera, vienen a revindicar con más fuerza si cabe su propuesta de hard rock bluesero en toda la cara con uno de los discos más potentes de su discografía.
Y es que este Earth rocker pone las cosas claras desde un principio con dos pelotazos como son la canción que da título al álbum y la tremenda Crucial velocity como tarjeta de presentación. Le siguen la machacona Mr Freedom y la brutal DC Sound attack en la que el predicador Neil Fallon echa mano de harmónica para firmar uno de los temas más potentes del disco antes de que Tim Slut tire de slide en la poderosa Unto the breach.
No hay concesión a la experimentación ni a nada que se salga del manual de un disco de los de Maryland aunque ciertamente esta vez parezcan haber puesto la directa en cada uno de los cortes del álbum. Temas contundentes y a la yugular a excepción de Gone cold que, en la linea de los vinilos de cara A y B, nos permite un respiro antes de pasar a una apoteósica segunda parte del álbum en la que la banda, aparte de seguir soltando cañonazos como la increíble Cyborg Bette, se permite explayarse un poco en temas más trabajados instrumentalmente y que confieren al álbum una mayor variedad de sonido sin perder un ápice de intensidad.
Y es que si la voz y personalidad de su cantante es un atractivo dentro de esta formación, no lo es menos la destreza instrumental de la que hace gala cada uno de los componentes de la parte no vocal, como queda demostrado en uno de sus proyectos paralelos llamado The Bakerton Group, y que en este trabajo se hace más visible en esta segunda mitad del álbum con temazos como The face, Oh Izabella o The wolf man kindly request.
La energía de Clutch no necesita ni poses ni artificios más allá de la imponente oratoria de Neil Fallon o el golpeo preciso de de ese gran batería que es Jean Paul Gaster. Una de esas bandas a las que el éxito no les ha llovido del cielo, currada en escenarios y ambientes no siempre fáciles, pero que han sabido meter la cabeza y mantener el espíritu y la fuerza que para sí quisieran bandas mucho más jóvenes sin necesidad de numeritos ni demostraciones de los más malotes del barrio.
Abróchense los cinturones y a despegar.
Escuchar en Grooveshark
En este último trabajo, Neil Fallon (voz), Jean Paul Gaster (batería), Tim Sult (guitarra) y Dan Maines (bajo), lejos de pretender salirse del camino seguido durante toda su carrera, vienen a revindicar con más fuerza si cabe su propuesta de hard rock bluesero en toda la cara con uno de los discos más potentes de su discografía.
Y es que si la voz y personalidad de su cantante es un atractivo dentro de esta formación, no lo es menos la destreza instrumental de la que hace gala cada uno de los componentes de la parte no vocal, como queda demostrado en uno de sus proyectos paralelos llamado The Bakerton Group, y que en este trabajo se hace más visible en esta segunda mitad del álbum con temazos como The face, Oh Izabella o The wolf man kindly request.
La energía de Clutch no necesita ni poses ni artificios más allá de la imponente oratoria de Neil Fallon o el golpeo preciso de de ese gran batería que es Jean Paul Gaster. Una de esas bandas a las que el éxito no les ha llovido del cielo, currada en escenarios y ambientes no siempre fáciles, pero que han sabido meter la cabeza y mantener el espíritu y la fuerza que para sí quisieran bandas mucho más jóvenes sin necesidad de numeritos ni demostraciones de los más malotes del barrio.
Escuchar en Grooveshark
Excelente disco y banda.
ResponderEliminarExcelente disco y banda.
ResponderEliminar