miércoles, 18 de septiembre de 2013

Lo que mi perro ha escuchado este mes (VIII)

Ay ay ayyyyy!!!!!

Ya pasaron cuatro meses desde nuestra última entrada. En fín. En lo que retocamos y pulimos la nueva temporada, os dejo parte de los descubrimientos musicales de este verano que han sido muchos y variados. Desde ese maravilloso "no me mires a los ojos mírame a las tetas" (o al revés), hasta ese gran tema de ayer y de hoy "quiero verte" que toda persona de bien creía olvidada. Por suerte los auriculares, internet y el equipo de sonido del coche ha funcionado más o menos bien y se ha evitado el drama. Disfrutad o pereced.



Sylosis - Monolith. El descubrimiento del año y, si no fuera porque fue editado en 2012, un serio candidato a disco del año para el blog. Aunque en bastantes foros los incluyen en el corral del metalcore, su técnica e influencias de metal progresivo o thrash clásico les colocan muy por encima de ese género. Agresividad al servicio del arte.


The Ocean - Pelagial. Este sí que será uno de los candidatos al disco del año. Esta banda alemana, encuadrados dentro de ese gran cajón de sastre que es el post-metal, se encuentran entre lo mejor del panorama europeo con una mezcla de sludge y progresivo, teniendo la peculiaridad de haber editado hasta ahora únicamente discos conceptuales. En este caso se trata de un album dedicado al fondo marino donde cada uno de los cortes retrata una de las capas del medio acuático. Para degustar con paciencia.


Walking Papers. Interesante propuesta rock bluesera de dos veteranos como Jeff Angell a la voz y Barrett Martin a la batería, que se hacen acompañar del ilustre Duff McKagan al bajo y Benjamin Anderson a los teclados, además de Mike McCready de Pearl Jam a la guitarra. Disco disfrutable con un sonido de lo más elegante al que en ciertos momentos se le podría pedir una marcha más pero que gana con las escuchas.


The Flying Eyes. Blues rock psicodélico para despertar la vena vintage del blog. Banda estadounidense de Baltimore que tienen en Will Kelly, su cantante, todo un calco de la voz hipnotizante de Jim Morrison. El grupo se suma a la creciente ola setentera de grupos como Graveyard o Kadavar, pero tomando el aire denso y áspero de la psicodelia como bandera de su sonido.



Red Fang. Entre tanto perreo y pachangueo veraniego, un día eché mano de la bodega para rescatar el álbum homónimo con el que se daba a conocer esta pedazo de banda. Si su siguiente Murder on the mountains fue un discazo, os animo a hincar el diente a esta mala bestia.  Si siguen a este nivel nos lo vamos a pasar muy bien.

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