lunes, 15 de enero de 2024

# 79 - Los mejores discos nacionales en 2023

 Vamos con esa parte ibérica del menú, para que degustéis lo mejorcito del panorama nacional rastreado por nuestro querido perro en este ya pasado 2023, sintáis que todo está hecho, y podáis pasar página de calendario en paz. Esas palmas.

Santo Rostro por Sergio Albert

Havalina. Maquinaria (Havalina SC). Tras seis años de silencio, la banda madriñela vuelve para decir adiós por todo lo alto uniendo emoción y talento, con una obra vestida de ciencia ficción y distopia acerca del peso de la maquinaria a nuestro alrededor. Las bases musculadas de bajo guían la escucha a través de una atmósfera cargada de ecos, en la que contundentes riffacos y electrónica se dan la mano haciendo que los más mayores de la clase encontremos las referencias más oscuras de Depeche Mode, Killing Joke, The Cure o los primerísimos U2 que habitaban en BoyAl loro con la adictiva penumbra de temas como Robótica, Actitud (¿Korn?) o Circuito Cerrado. Te suena a todo, y nada suena como esto. Grandes.


Santo Rostro. Después no habrá nada (Discos Macarras, Spinda Records, La Rubia Producciones). El trío de Jaen se lanza a por su primer completo en lengua materna, convertido sin quererlo, en un valiente y formidable alegato por el doom/sludge patrio. Esa saeta demoníaca escondida en Aire, o los riffs abrasivos de Telarañas son alguno de los acompañantes que encontraréis en esta caída al vacío llena de fatalidad y desahogo. Qué decir de esa maravilla de doce minutacos que da título a la criatura, y que puede arrojarnos referencias evidentes al sludge progresivo de Mastodon o el doom de Sleep, pero en la que es imposible obviar entre sus recovecos de psicodelia sobrecargada y atmósferas fantasmagóricas, el rock andaluz más contemporáneo de Viaje a 800. Absolutamente fantásticos.


Mambo Jambo. Gran Ciclón (Buen Ritmo). Si ya de por sí el catálogo de estos irreductibles capitaneados por Dani Nel-lo es para disfrutar con babero, añadir una guitarra más, cinco saxos, tres trombones y tres trompetas, hace la experiencia totalmente cautivadora. Con esta fórmula, siguen tomando prestado esa energía del R&B y R'n'R primigenio, proyectándolo en pleno siglo XXI, y exagerando todavía más el magnético "sonido jambofónico", para pasearse por lo mejor de su cancionero. Ahí volvemos a tener a las juguetonas Flamin Hips o Dr Serpiente, las ciclónicas Dizzy o el Gran Ciclón, las espídicas Viva Sapo o Fuego Cruzado…todas conocidas pero esta vez llevadas en volandas por un Gran Ciclón (de vientos). Joya.


The Agapornis. Start Over (The Agapornis). Una de esas sorpresas con las que uno se topa entre las críticas de los profesionales del Ruta 66. Vibrante disco de estos nueve gaditanos, cuyo motor está alimentado por lo mejor del funk y el soul negroide, y que nos vuelve a recordar esa máxima de que la música negra no entiende de colores. Perlas tan irresistibles como On fire, se entrelazan con la elegancia de Start Over, So hard, o la juguetona My everything, mientras que los metales que acompañan a la voz fabulosa voz de Desi Tey, y de cuya garganta salen brillos que recuerdan a diosas atemporales del soul, se lucen en cositas como Lets Stay, o esa gozada para los tímpanos que es I was caught by you. Niños, niñes, niñas...dis-ca-zo.


Guadalupe Plata. Guadalupe Plata 2023 (Everlasting Records). Sobre un tablero que evoca a la muerte en todas sus formas, Pedro de Dios y Carlos Jimena, el dúo de Úbeda, han dado cita a sus raíces más auténticas. La jota La Cigüeña, donde se narra la batalla entre una culebra y una cigüeña, o La Tía Tragantía, un cuento de la tradición oral andaluza, se encuentran con visiones cadavéricas de Bo Didley, Al infierno te vayas, o John Lee Hoocker, en No hay donde ir. Esos mismos folclores entrelazados, como caminos que llevan a lugares comunes, encuentran hueco para una versión de El cóndor pasa, o los boogies fúnebres de Ya no tengo mi ataúd o Nunca llueve como truena, antes de que el poema medieval de Stabat Mater, caiga como una sábana mortuoria sobre semejante álbum


En cuanto a los polizones de esta añada...vamos servidos. Empezamos por los fabulosos e inimitables “Quijotes del Thrash”, Angelus Apatrida, que si bien no tiran por los derroteros más punkarras que robaron nuestro coranzoncito en su anterior trabajo, en este Aftermath (Centtury Media) nos volvemos a dar de bruces con nueva ristra albaceteña de pepinazos en la que destacan las Scavenger, Cold o Rats. Ave.  


Rambalaya. Only in my dreams (Buenritmo). Si juntas calidad, obtienes excelencia. Un repasito por  los nombres de la alineación, y la música brota sola. La banda capitaneada por el gran Anton Jarl (Mambo Jambo, Koko Jean & The Tonics...), nos regalan un delicado album de sorbo corto, para disfrutar de medios tiempos de arreglo fino y las baladas como esta maravilla que da título al disco.


La Excavadora. Todo es para destruir (Motmo, Mauka). El Pela y los suyos siguen en la tradición punkrockera de estribillos pegadizos y letras contundentes. Guitarrazos que cruzan el charco para volver a base y ser entregados embadurnaditos de proclamas más que conocidas, pero cuyo mensaje y pegada sigue vigente.


The Capaces. All that is (Rebel Sound). Raza indomable e invencible, estos catalanes liderados por Martillo y Cleve resurgen de las cenizas pandémicas, en las que estuvieron a punto de perecer para recordarnos eso de que más punk rock del bueno es necesario para una buena salud cervical. Como prueba médica irrefutable este Out of my head. 


¿Más?

Súpertubos! El surf cantábrico hecho a partir de la reverberación que se pasea por la noble tradición de rock n roll instrumental de agua fría en su The Fourth Drive (Supertubos!); Más: el noise gallego de Triángulo de Amor Bizarro que en su noveno álbum Sed (Mushroom Pillow) vuelven para darle una vueltecita a ese sonido suyo (tan suyo) aportando joyas como Canción de muerte de pez dorado; Más: el debut homónimo de otro combo gallego, esta vez de Cedeiro, que atiende al nombre de Lunamotos (Family Spree), y que perpetúa ese sonido de ola garajera siempre presente en la mariña lucense; Más: el garaje yeyé de Mutagénicos y su Cuarto (Family Spree Recordings) con temas tan irresistibles como Hermano Siamés, o Cruella de Vill.


Buzón de dudas y sugerencias aquí o aquí. Qué cosas más bonitas os cuento. ¡Salud!


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