viernes, 22 de diciembre de 2023

Lo que mi perro ha escuchado (XXIX)

 Saludos, 

¿Un mezcladito antes de los turrones? Sea. Esto son unos austriacos, unos yankis, unos australianos y unos japos que dicen...

¡Feliz año!

Thee Machine Gun Elephant, por Nanaco Sato
Thee Machine Gun Elephant, por Nanaco Sato

Thee Michel Gun Elephant. Una de esas bandas para los muy cafeteros, pero que son espectacularmente buenas. Fuera del radar discográfico de casi todos, y fuera también de escena desde 2003, acaban de caer ante el hocico de nuestro perro preferido por motivo de la reciente muerte de su cantante Yusuke Chiba. Y una pena. En su Japón natal llegaron a ser la imagen del Levi’s y vendían cientos de miles de copias de sus discos. Lejos de la ya repetida copia implacable de iconos estadounidenses del garaje como Ramones, TMGE lograron separarse de aquella tendencia, y urdir un sonido propio hilvanado con piezas de Damned, Hellacopters, MC5 o Wilko Johnson. Los entendidos hablan de una "triada" gloriosa del combo (bajo el sello japonés Triad) que va desde Gear Blues (Triad, 1998), Casanova Snake (Triad, 2000) y Rodeo Tandem Beat Specter (Triad, 2001). Pero os cuente lo que os cuente de lo que acabo de descubrir, esto suena como un misil. Escuchen el directo que hay por ahí de 1999 en el Yokohama Arena de Tokyo, y...me cuentan.



Ozymandias. Una de los grandes descubrimientos que podéis encontrar en la interesadísima disquera autriaca Stone Free Records. Ozymandias (referencia a un poema de Percy Bysshe Shelley que habla sobre un rey y su imperio caído la serie y que bautizó, más contemporáneamente, un episodio de la serie Breaking Bad) son un juguetón combinado de doom/sludge/stoner con órgano hammond incluido, de Viena capital, que además tienen a bien añadir una voz rasgada que perfectamente podría venir de hacer manitas con el espíritu de Kurt Cobain. Poseen hasta ahora dos enfáticos discos, de nombres Cake! (StoneFree Records, 2018), y Let’s Rot! (StoneFree Records), con piezas de presentación tan efectivas y resultonas como este maravilloso Jelly Beans. A mi me han dado donde duele.


Foo Fighters. Dave Grohl y los suyos saben encontrar verdadera inspiración en los momentos más difíciles. Este es su mejor trabajo desde aquel Wasting Light (RCA, 2011), y catapulta el drama de haber perdido a dos seres muy queridos, como el batería Taylor Hawkins y la madre de Grohl, en un disco iluminado por la luz del duelo pero lleno de vida. Y como todo buen disco que se precie, no es otra cosa que un precioso ramillete de buenas canciones con cosas tan redondas como Rescued que abre el disco, The Teacher (una de las joyas), Show me how con la voz de la hija de Grohl, Violet, Nothing at all, por citar alguna, y temas mucho más que efectistas como But here we are, The Glass o Under You. Para la grabación, el propio Dave Grohl volvió a ponerse a las baquetas (algo que no hacía desde el muy bueno The Colour And The Shape de 1997), antes de fichar a Josh Fresse (Nine Inch Nails, Blink 182, A Perfect Circle, o Guns N' Rosescomo batería a tiempo completo.


Private Function. Cada pronto, nos damos de bruces (o nos golpean en toda la boca) grupos australianos con ganas de jarana. En lo que preparamos unespecial con nuestros aussies preferidos, presentamos a estos adorables pirados y su nuevo disco 370HSSV 0773H (que mirado desde nuestras antípodas luce como Hello Asshole), lanzado tras haber expulsado a uno de sus miembros fundadores, Joe Hansen, por haber sido acusado de agresión sexual. Para daros una idea del percal, para semejante ocasión han reservado 50 LPs de edición “Gold” rellenos con su propia orina. Estándares del cachondeo, la sátira y el punk’ roll, os dejamos con una versión que continua el pantone de lo indicado un poco más arriba: Una versión de Yellow de Coldplay, absolutamente genial.


Adiosi,

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