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Ghost. La más adorable de las sectas vuelve al tajo subiendo un nuevo escalón en su exitosa carrera, en el momento en el que la teatralidad y la misteriosa imagen que acompaña su música llega a su máxima expresión. Pese a haber estado en boca de grandes artífices del mainstream como Dave Grohl o James Hetfield, los suecos siguen inquebrantables en la línea del ocultismo amable y para todos los públicos, aunque quizá con la factura más completa hasta la fecha. La fórmula se consolida, esperemos que dure, y de paso que sigan facturando temazos y vídeos como este.
Aunque mi dejadez esté haciendo verdaderos estragos en la puesta en libertad de las bandas que almaceno para vuestro disfrute, la remesa de hoy viene tan variada, suculenta y estimulante que olvidaréis cada segundo que habéis malgastado suspirando por la vuelta de... ¡lo que mi perro ha escuchado este mes!
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| Foto de Dena Flows |
Sylosis. Metal técnico, riff pegadizos y un gusto especial por las incursiones en pasajes atmosféricos que sirven para tomar perspectiva de todo el croma sonoro que despliegan estos británicos. Su anterior y laureado Monolith los situó entre lo más prometedor de la escena metalera europea, y aunque este Dormant Heart no es tan redondo como su predecesor alberga pepinazos al uso como este Mercy.
Mark Growden. Se me escapó este caballero allá por 2013 cuando editó este In Velvet. Por lo que he podido leer, Mark Growden es un músico de jazz, multi instrumentista, con una carrera bastante solida a sus espaldas abarcando, además de nueve discos en solitario, labores de productor, solista y colaborador en diversas grabaciones. En esta ocasión, se hace acompañar por los New Orleans Heavies, una tropa de veteranos músicos de orillas del Misisipi junto con los que consigue destilar un discazo de soul humeante con auténtico aroma a jazz y blues de Nueva Orleans.
Black Mountain. Una de las bandas que, a mi gusto, más brillaron en la última edición del Azkena Rock Festival. Su propuesta de rock bañado de psicodelia desconcertará a unos cuantos, pero para los que caigan en su órbita de distorsión, hippismo y alucinaciones sabbathicas es posible que no haya vuelta atrás. El juego de dos voces, a cargo de Stephen McBean y Amber Webber, junto con la constante dicotomía entre luces y sombras que plantean con sus continuos contrastes de sonido, hacen de este Wilderness Heart la forma perfecta para acercarse a ellos.
Sister Cookie. De las oscuridades de ese gran semillero que es El Sótano de radio 3, emerge una nueva figura llamada a seguir manteniendo viva la llama del R&B primigenio. Muchos medios y portales se han apresurado a encumbrarla como la nueva diva del neo soul, pero a nosotros nos vale con que siga invocando el alma negra que toda la gente de bien lleva dentro. De momento, y hasta que llegue su primer largo, nos llega acompañando de los animados MFC Chiken con un EP de dos canciones. Llegue a donde llegue...larga vida a la hermana Cookie.
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