De vez en cuando los escurridizos sonidos del jazz se orientan de tal forma que permiten a los no entrenados, disfrutar unos momentos de su compañía. Suele ocurrir en estos casos que un piano solista hace de intermediario entre la complejidad rítmica de esta música y un servidor, que si bien se cree acostumbrado a manejar músicas complicadas, nada es como lo que se esconde tras las puertas de ese universo llamado Jazz.
En este caso es el piano de Esbjörn Svensson el que se alza como la figura hospitalaria de este fantástico trío sueco de jazz, que gozó de una muy buena fama en todo Escandinavia durante una trayectoria que comenzó en 1993 y que acabó dramáticamente con la muerte de Svensson en 2008. Según los propios integrantes de la banda, completada por el contrabajista Dan Berglund y Magnus Öström a la batería, su música trataba de aunar estilos como el jazz o la música clásica con sonidos más populares, como el pop o rock n roll, que era lo que por aquel entonces estos jóvenes (en 2008 Esbjon Svensson contaba con 44 años de edad) escuchaban.
Este Viaticum, lanzado en 2005, superó las ya increíbles marcas de sus discos anteriores (que llegaron a entrar en listas de éxitos alemanas, francesas y suecas), para situarse en el Top 50 de estos paises e incluso llegando al cuarto puesto en el caso de Suecia. Desde luego, sin entender demasiado, es un álbum donde se nota que prima el conjunto y no las individualidades, lo que para un no iniciado siempre es de agradecer. Disfrutad.